Encontré esta impresionante colección de portabebés en todo el mundo en flickr. Me gustó tanto que voy a incluir la presentación permanente en el formato del blog, ¡pero también la voy a pegar aquí! Lleva un rato verlas todas pero prometo que vale muchísimo la pena. A mí me emociona ver tantos ejemplos del mismo deseo que siento de llevar a mi momito conmigo, replicados en tantas culturas distintas y con tantos métodos.
Me divierte ver tantos niños con sus hermanitos puestos, es muy raro hoy en día ver a niños cargando a bebés pequeñitos. Sin embargo en muchos sitios los hermanos mayores son los que se ocupan y llevan a los más pequeños mientras mamá hace otras cosas. Esto crea un lazo del cual tal vez carecen los hermanos más modernos.
Además me impresiona lo incómodos que se ven algunos de estos cargadores, y lo contentos que se ven los portadores. Si yo tengo la menor arruguita en la espalda del rebozo, ya se me viene encajando; si traigo la tira demasiado cerca del cuello, me duele a los cinco minutos. ¡¿Cómo pueden estas personas cosechar el té durante 12 horas de jornada con esos mei tais de correas delgadísimas y cruzadas todas chuecas?! Me queda claro que son mucho más fuertes que yo.
Sin embargo tambíén me siento cerca de ellos porque a mí también me gusta llevar a mi bebito.
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